En Argentina, Independiente comprometió seriamente su clasificación a los octavos de final de la Copa Santander Libertadores al empatar 1-1 con el ecuatoriano Liga Deportiva Universitaria de Quito, que se jugará en casa su boleto a la siguiente instancia del torneo y quedó en buena posición.
Leonel Núñez adelantó en el marcador al equipo argentino con un penal en el minuto 24, pero Julián Velázquez, en contra, estableció la igualdad final.
Así, Peñarol de Uruguay ya logró el pasaje a octavos, aún perdiendo en casa en el cierre contra Independiente. Precisamente, el conjunto argentino deberá golear y esperar un empate entre la Liga y Godoy Cruz, en Ecuador. Ambos están igualados con 7 puntos, a dos de los uruguayos, pero Liga tiene diferencia de goles de 6 y Godoy Cruz está en 0.
Por su parte, el equipo ecuatoriano avanzará de ronda en el principal certamen continental si empata o bien derrota al otro conjunto de Argentina que interviene en el Grupo 8.
El conjunto quiteño se plantó con mucho aplomo en los primeros 20 minutos del partido, con volantes parados en el campo de Independiente y defensores que respaldaban la presión que bien arriba iniciaban el argentino Hernán Barcos y Luis Bolaños.
El dueño de casa no encontraba argumentos para exigir a la Liga, salvo cuando tomaba el balón Patricio Rodríguez, inteligente estratega que o ubicaba siempre al compañero mejor posicionado o marcaba el desequilibrio en el uno contra uno.
En un contexto de tranquilidad para los guardametas, Fabián Assmann y José Cevallos, el conjunto argentino encontró el gol tras un doble error arbitral.
'Patito' Rodríguez habilitó a Núñez, quien, en clara posición adelantada, remató cruzado. Cevallos no pudo retener el balón y, según el árbitro, cometió falta a Leonel Galeano, que ingresaba para capturar el rebote. Sólo Torres vio penal.
El gol de Núñez envalentonó a Independiente y desinfló el ánimo del equipo ecuatoriano, que retrocedió unos metros y otorgó la iniciativa a un conjunto local que se fue al descanso mostrando mucha capacidad de combate pero poquísimo fútbol.
Nada pasaba en la segunda etapa, cuando el equipo ecuatoriano logró, casi sin proponérselo, el empate.
Barcos peleó una pelota casi perdida en un costado del aérea, enganchó hacia adentro apareado por un defensor y sacó un remate que parecía inocente, pero que se coló a Assmann tras desviarse en Julián Velázquez.
Otra vez el gol transformó el partido. A partir de ese momento la Liga se dedicó a aguantar el resultado con dos líneas de cuatro e Independiente, nervioso y apurado por sus hinchas, mostró una llamativa falta de ideas para vulnerar a Cevallos, mucho más todavía cuando Rodríguez dejó el campo lesionado.
Para colmo de males, en una de las trabajosas llegadas de los de Antonio Mohamed, el palo le negó el gol a Leonel Núñez a los 84 minutos.
Aunque sin éxito, Independiente insistió con mucho orgullo y poca claridad, mientras la Liga se conformó con el empate a sabiendas de que en la última jornada debe jugar con el argentino Godoy Cruz en Quito, una fortaleza que suele hacer inexpugnable.
Este partido del Grupo 8 se disputó en el estadio Libertadores de América, de Independiente, en la localidad bonaerense de Avellaneda, ante 25.000 espectadores.