Los hechos ocurrieron al filo de las 2:15 de la tarde en el crucero de San Sebastian Tutla, pero la persecución comenzó minutos antes con un reporte de vehículo sospechoso.
Durante el intercambio de disparos, las armas largas y granadas de fragmentación salieron a relucir; los impactos fueron tantos que el vehículo de los presuntos sicarios quedó destrozado.
Comercios de la zona también recibieron disparos y los habitantes estaban aterrados.