Durante la filmación de una serie de reportajes documentales, un periodista fue obligada por un grupo de caníbales a comer cerebro humano. El documental se transmitió por CNN.
Aslan visitó a un grupo de los Aghori, que es una secta que rechaza el sistema de casta practicado en la India. Ellos piensan que quemar el cuerpo de una persona muerta y frotarse la piel con sus cenizas es bueno porque el poder del fallecido pasa a su cuerpo.
Durante el reportaje, uno de los miembros de la tribu obligó al periodista a tomar alcohol de una calavera y comer un pedazo de cerebro humano, además frotó cenizas en su cara.
Este reportaje tuvo un final incomodo pues uno de los miembros del grupo se molestó con el reportero y amenazó con “cortarle la cabeza si continuaba hablando tanto”.