El mal aterrizaje de un avión estuvo a punto de acabar en tragedia la noche del sábado al domingo en el norte de Turquía. El aparato derrapó en el asfalto mojado de la pista del aeropuerto de la lluviosa Trebisonda (Trabzon, en turco) y se deslizó por un pequeño y terroso acantilado hasta quedar embarrancado a pocos metros del mar. Los 162 pasajeros y seis miembros de la tripulación pudieron salir del avión ilesos, aunque aún conmocionados por el suceso.