Una vez que Daniel Bisogno decidió romper el silencio y echar de cabeza a su comadre Raquel Bigorra, el presentador de Ventaneando ya comenzó a cobrárselas a la cubana, no sólo al exhibirla para destruir su carrera, sino también al vetarla de todos los trabajos que le ayudó a conseguir, gracias a que la consideraba como parte de la familia.