Un perro rescatado con un pasado traumático ya superado se convierte en el “Flautista de Hamelín” de los gatos, a los que le gusta cuidar.
Bruno, un rottweiler de 12 años, fue rescatado cuando era un cachorro de siete semanas, y desde entonces se ha convertido en un héroe.
Bruno desafía cualquier estereotipo y se le puede ver llevando gatitos a su espalda o jugando con ellos.
También se dedica a criarlos, a pesar de su propio pasado problemático.