Jordan Robinette, de 21 años, se retó a sí mismo a cruzar corriendo una piscina congelada y, pese a que casi lo consiguió, antes de que llegara al otro lado el hielo se quebró sumergiéndole dentro de la gélida agua.
El joven vio una piscina congelada próxima a su lugar de residencia en Lubbock (Texas, EE.UU.) y quiso ver hasta dónde podía llegar corriendo sobre el hielo.
Al sumergirse en el agua fría, Jordan admite que nunca ha sentido tanto frío en su vida. Un divertido fail que ha generado mucha risa entre sus amigos, quienes no dudaron en subir el vídeo a Internet.