La semana pasada, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, dijo que Yolanda Martínez huyó de su casa por violencia familiar. Pero el domingo, el cuerpo de la joven de 26 años fue encontrado en un terreno baldío a casi 30 kilómetros del último lugar en el que fue vista. Yolanda estuvo desaparecida 38 días, la premura por entregar resultados, aún sin una investigación minuciosa, sólo lleva al camino de la impunidad y la revictimización.
Yolanda salió de casa el 31 de marzo con la intención de buscar trabajo, y ya no volvió. Su padre, don Gerardo Martínez encabezó la lucha por su búsqueda; salía a repartir volantes, iba a las protestas, exigía a las autoridades que se pusieran a trabajar, pero fue hasta la mediatización del caso de Debanhi Escobar que tomó fuerza la desaparición de su hija.