Los veraneantes tienen que hacer colas de varios kilómetros a las afueras de Dover para cruzar el Canal de la Mancha hacia Francia. El puerto declaró un "incidente crítico", culpando al personal del control fronterizo francés de ser "lamentablemente inadecuado". Mientras el caos afecta a la ruta de los transbordadores a través del Canal de la Mancha, se espera que las prisas por escapar del verano provoquen retrasos en otras redes de transporte, como los ferrocarriles y los vuelos.