Se había advertido que el Mundial 2022 presentaba muchísimas limitantes en cuanto a la libertad de expresión. Quien lo va a experimentar en carne propia es el aficionado que invadió la cancha en el Portugal-Uruguay de este lunes, exhibiendo una bandera de la comunidad gay y una camiseta con mensajes en pro de las mujeres. Qatar podría encarcelarlo medio año por este acto. En el segundo tiempo del juego que terminó con victoria portuguesa, un hombre saltó al campo para protestar por los derechos humanos de las mujeres en Irán -donde la represión social las ha llevado a organizar manifestaciones masivas-, además de mostrar en su playera el mensaje "Salvemos a Ucrania". Al verse acorralado arrojó la bandera LGBTI al césped y segundos más tarde fue capturado por elementos de seguridad, quienes lo llevaron con las autoridades pertinentes, que podrían darle una pena en prisión por atentar contra las leyes qataríes de las "buenas costumbres" y las manifestaciones en público.El código penal de Qatar establece que esta clase de "demostraciones que incitan a la sodomía" son punibles con sentencias de hasta seis meses de cárcel y una multa de 3 mil riales, equivalentes a 15 mil pesos mexicanos al tipo de cambio actual. La referida pena aplica para: "Quien exprese signos o pronuncie canciones o dichos obscenos, o cometa un acto obsceno en cualquier camino, en un lugar público, o en un lugar donde pueda ser observado", recordando que la homosexualidad es castigada en Qatar. Desde antes de la Copa del Mundo, el gobierno qatarí estableció claramente sus lineamientos de comportamiento para los aficionados extranjeros, penando cualquier muestra de afecto en la vía pública, las relaciones sexuales con alguien que no sea su cónyuge e incluso la prohibición de ingerir bebidas alcohólicas en cualquier zona, con excepción del Fan Fest de la FIFA.