Una serie de terremotos ha sacudido esta madrugada el sudeste de Turquía y el norte de Siria, y se ha cobrado la vida de cerca de 1.600 personas, según un primer balance. Solo en Turquía se contabilizan 1.014 fallecidos y más de 5.000 heridos, según el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que estima en 2.824 el número de edificios que se han derrumbado. Habría, por tanto, miles de víctimas atrapadas bajo los escombros, a las que intentan acceder los equipos de rescate. Mientras tanto, en Siria, los fallecidos serían más de 500 y los heridos, más de un millar, la mayoría en las provincias del noroeste: 371 en Alepo, Hama, Latakia y Tartús, controladas por el gobierno y 212, en Idlib, bajo control rebelde, donde también hay más de 400 heridos.