El Departamento de Justicia quiere saber cómo una caja que contenía un puñado de registros clasificados dispersos entre copias de agendas presidenciales apareció en Mar-a-Lago a finales del año pasado, mucho después de varias rondas de registros de la propiedad por parte de agentes federales y ayudantes del expresidente Donald Trump, según personas familiarizadas con el asunto.