El Papa emérito Benedicto XVI, de 95 años, que en 2013 se convirtió en el primer pontífice en 600 años en renunciar a su cargo, está "muy enfermo", dijo este miércoles su sucesor, Francisco, que pidió a la Iglesia que rece por él.
El Vaticano dijo más tarde en un comunicado que Benedicto sufrió un repentino "empeoramiento" de su salud en las últimas horas. También indicó que su condición está "bajo control" y que está recibiendo atención médica constante.
"Quisiera pedirles a todos una oración especial por el Papa emérito Benedicto, que, en silencio, sostiene a la Iglesia", dijo Francisco en su sorpresivo anuncio.
Acordémonos de él. Está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final", dijo el papa de origen argentino, hablando en italiano.
El Vaticano precisó que el teólogo alemán está bajo vigilancia médica y que recibió la visita de su sucesor, el papa Francisco.