La Policía llevó a cabo una operación exitosa al allanar dos búnkers que servían como centros de operaciones para una banda criminal compuesta por once individuos. Estos delincuentes se dedicaban al transporte de drogas ilícitas, específicamente marihuana, cocaína y pasta base, a través de una ruta inusual: los ríos Matanza que conectan 11 municipios en su trayectoria desde Ezeiza hasta desembocar en la Ciudad de Buenos Aires.