Las tarjetas de crédito se han hecho cada vez más populares a la hora de gestionar sus finanzas, siempre que las pague a final de mes. Pero incluso si te mantienes al día en los pagos, hay algunas compras para las que nunca deberías utilizar tu tarjeta de crédito. En primer lugar, evita cargar facturas médicas en tu tarjeta de crédito, ya que generarán intereses, lo que hará cada vez más difícil pagarlas rápidamente. Si utilizas una tarjeta de crédito para pagar anticipos, entonces no puedes permitirte los pagos a menos que estés seguro de que podrás pagarlos rápidamente. El Servicio de Impuestos Internos cobra una comisión de servicio por cualquier transacción con tarjeta de crédito, así que, si es posible, utiliza tu tarjeta de débito para hacer esos pagos. La matrícula universitaria es cara, así que en lugar de empeorar el problema cargándola a una tarjeta de crédito, solicita un préstamo o ayuda financiera. Por último, si quieres hacer inversiones, utilizar la tarjeta de crédito para ello y luego perder el dinero te dejará con una deuda de altos intereses.