“No nos llenemos de agua para después botarla”, con esta frase la gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, invitó a los ciudadanos a no sobreabastecerse de agua, luego que el consumo se disparara por el anuncio del racionamiento.
Y es que para los bogotanos esta medida se convirtió en gastar agua de más hoy, para ahorrarla mañana, lo cual va en contravía del objetivo principal del racionamiento que pretende, justamente, alargar la vida útil de los embalses que abastecen la capital y sus alrededores.