Las jarositas se precipitan en la industria del zinc, para controlar el hierro y mejorar la extracción de zinc, produciendo así gran cantidad de residuos. En el laboratorio, este proceso puede replicarse para controlar el tamaño y forma de las partículas y disminuir el tiempo de filtrado.
Aprende más de este tema con Eleazar Salinas Rodríguez, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, nivel 1 reconocido por el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).