Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, no hay mejor plan que subirse a la bici y salir a dar una vuelta. Pero el ciclismo no solo es una actividad placentera, también es una excelente forma de ponerte en forma.
A continuación, te explicamos cómo puedes convertir tu paseo vespertino en bicicleta en un entrenamiento efectivo.
Tanto si ya tienes una bicicleta como si necesitas comprar una nueva, es asegurarte de que sea del tamaño adecuado para ti. Una bicicleta que no se ajuste a tu talla puede provocar molestias e incluso lesiones.
Para empezar, te recomendamos practicar un pedaleo suave. Esto significa pedalear con una marcha baja a un ritmo rápido durante 20 minutos. Repite este ejercicio tres veces por semana.
A medida que te vayas sintiendo más cómodo, puedes aumentar la intensidad y la duración de tus paseos.
Pedalea a un ritmo que te permita mantener una conversación y, poco a poco, ve aumentando el tiempo de tus salidas en bicicleta de diez minutos en diez minutos.
Para trabajar la fuerza, puedes incorporar cuestas a tu entrenamiento. Sube una cuesta durante un minuto, regresa a la base y repite el ejercicio cuatro o cinco veces.
En las salidas más cortas, puedes entrenar por intervalos. Para ello, pedalea a un ritmo rápido durante 30 segundos, seguido de un minuto a ritmo normal. Repite este ciclo cinco veces.