SALMO 72
David habla de Salomón, quien viene a ser símbolo del Mesías — Él tendrá dominio — Su nombre permanecerá para siempre — Todas las naciones lo llamarán bienaventurado — Toda la tierra se llenará de la gloria de Jehová.
A Salomón.
1
Oh Dios, da tus juicios al rey,
y tu justicia al hijo del rey.
2
Él ajuzgará a tu pueblo con justicia,
y a tus afligidos con juicio.
3
Los montes llevarán paz al pueblo,
y los collados justicia.
4
Juzgará a los afligidos del pueblo,
salvará a los hijos del menesteroso
y aplastará al aopresor.
5
Te temerán mientras duren el sol
y la luna, de generación en generación.
6
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada,
como la copiosa lluvia que moja la tierra.
7
Florecerá en sus días la ajusticia,
y habrá abundancia de bpaz, hasta que no haya luna.
8
Y dominará de mar a mar,
y desde el río hasta los confines de la tierra.
9
Ante él se postrarán los moradores del desierto,
y sus enemigos lamerán el polvo.
10
Los reyes de Tarsis y de las islas atraerán presentes;
los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán obsequios.
11
Y se postrarán ante él todos los reyes;
todas las naciones le servirán.
12
Porque él librará al menesteroso cuando clame,
también al afligido y al que no tenga quien le socorra.
13
Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
y salvará las almas de los menesterosos.
14
De fraude y de violencia aredimirá sus almas,
y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
15
Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
y se orará por él continuamente;
todo el día se le bendecirá.
16
Será echado un puñado de grano en la tierra,
en las cumbres de los montes;
su fruto hará ruido como el Líbano,
y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
17
Será su nombre para siempre;
se perpetuará su nombre mientras dure el sol,
y benditas serán en él todas las naciones;
le llamarán bienaventurado.
18
Bendito sea Jehová Dios, el Dios de Israel,
el único que hace maravillas.
19
Y bendito sea su glorioso nombre para siempre,
y toda la tierra asea llena de su bgloria.
Amén y Amén.
20
Aquí terminan las oraciones de David, el hijo de Isaí.