¿Alguna vez has mirado al cielo y has visto las líneas blancas que dejan los aviones? ¿Son peligrosas para la salud?
Contrariamente a la creencia popular, hay una explicación sencilla para este fenómeno. Estas líneas blancas son estelas de condensación dejadas por el avión.
Estas líneas, o estelas de condensación, se forman cuando el aire caliente del tubo de escape se mezcla con el aire de baja temperatura y baja presión.
El vapor de agua del tubo de escape se convierte en cristales de hielo y se combina con el agua que ya hay en el aire para formar nubes.
Las estelas de condensación pueden alcanzar varios kilómetros de largo y entre 1.600 y 1.300 metros de altura, pero pueden evaporarse rápidamente si el aire circundante no es húmedo.
Las estelas de condensación no perjudican directamente a la salud, pero pueden contribuir al cambio climático, según la Agencia de Protección del Medio Ambiente.
Afortunadamente, solo un pequeño porcentaje de los vuelos contribuyen al problema y es una cuestión que puede solucionarse modificando las rutas de estos vuelos.