Pablo Iglesias e Irene Montero van lloriqueando por las esquinas.
Los fomentadores de los escraches a los adversarios políticos se quejan ahora de recibir exactamente lo mismo por parte de unos ciudadanos hartos de ver la doble vara de medir de los podemitas.
Carlos Herrera, desde los micrófonos de 'Herrera en COPE', hizo un repaso de la trayectoria de los famosos 'marqueses de Galapagar':
Y ayer tuvimos un revival de los marqueses de Galapagar. Desde que se compraron el chalecito en Galapagar les trajo una serie de polémicas, que además les ha hecho caer en contradicciones. Ya saben ustedes que a Iglesias le gustaba mucho que quisieran tirar al suelo a la embarazada Begoña Villacís, que escrachearan a Cristina Cifuentes, a Soraya Sáenz de Santamaría, porque decía que eso era jarabe democrático.
Destacó que a Iglesias, de repente, le dejó de gustar el jarabe democrático, pero básicamente porque ahora se lo recetaban a él:
Bueno, pues ahora, le ha tocado a él y a Irene Montero probar ese jarabe democrático. Primero tuvo un presunto acosador durante siete meses a las puertas de su chalet de Galapagar. Ayer se celebró un juicio porque se denunció a esa persona y a la salida del juicio vaya por Dios qué discurso tan diferente hizo el defensor de jarabe democrático cuando le ha costado a él tomarse el jarabe.
Herrera ironizó con el victimismo que quiso vender a la ciudadanía Pablo Iglesias:
Esta es la hipocresía de un demagogo de manual. Alguien capaz de deshumanizar al adversario y luego pretender hacerse la víctima. La angustia, el estrés que les provocó la situación, no pudimos ni pedir la baja, dicen ellos dos. ¡Vaya por Dios, si no llegan a estar sirviendo a España, se hubieran cogido la baja por culpa del jarabe democrático!
Amigo mío, hay algunos que cuando se lo hacen a otros se ponen muy contentos. Bueno no hay nada como probar la propia medicina, ¿verdad?