El repaso fue, sencillamente, formidable.
Fernando Martínez Maíllo, senador del PP, le dio una buena sacudida al Gobierno Sánchez después de que se conociese horas antes que Begoña Gómez, la mujer del presidente, tendrá que comparecer ante el juez el 5 de julio de 2024 para dar cuenta de las informaciones sobre sus relaciones profesionales.
Vemos que Begoña Gómez ha sido citada como imputada por corrupción y tráfico de influencias. Pero les digo una cosa, quien está realmente investigado por corrupción es el matrimonio de La Moncloa, entre ellos Pedro Sánchez, que es el principal responsable político de lo que ha sucedido. Ustedes durante todo este tiempo lo que han hecho es negarlo, negarlo completamente, incluso taparlo.
El senador mostró las pruebas:
Aquí están las cartas de recomendación, que se les debería caer la cara de vergüenza, escribir una carta de recomendación para que se le adjudique a un empresario amigo y que financie un máster un contrato público de Red.es. Por cierto, es codirectora la señora Gómez. ¿Por qué no firmó el otro codirector? ¿Saben por qué? O porque no quiso, o porque no pudo, o porque no tenía suficiente influencia como la que tiene la firma de Begoña Gómez, señores del Partido Socialista.
Les quiero preguntar, ¿por qué todas las empresas que financian la actividad profesional de la señora Begoña Gómez son o empresas rescatadas como Air Europa, o empresas adjudicatarias de contratos como las que acabo de referir, o empresas reguladas, o empresas participadas por el Estado como Indra. Oiga, qué casualidad, qué coincidencia, o quizás qué sospechas como las que tiene el juez de instrucción número 41. La mujer del presidente puede tener los negocios que quiera, pero lo que no puede hacer es aprovecharse de su estatus en la Moncloa para obtener beneficios privados en sus negocios personales. ¡Eso es inaceptable, inaceptable!