El día pos votación la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó la comunicación oficial. Dijo que hubo un "golpe de Estado moderno". Lo definió como "el desgaste permanente para tratar de generar una situación para que el Estado pierda la capacidad de acción", su forma particular de entender la crítica popular a una ley promovida por una administración empobrecedora.
"Lo que pasó ayer es el kirchnerismo, la izquierda y los convocantes sindicatos, que se fueron temprano, se lo agradecemos, pero que tomen conciencia que son los provocadores de violencia", cargó. Se jactó de que las fuerzas a su cargo (estuvieron Gendarmería, Prefectura Naval y Policía Federal) actuaron "excelente", "con profesionalidad, con prudencia, pero sin dudar de que cuando hay que ir, atacar y no dejar que te tomen el Congreso...". Ya entonces deslizó que pediría que se acuse a los manifestantes de sedición.