En el primer día de juicio, el tribunal ha escuchado a puerta cerrada el relato de la víctima, una grabación de su declaración durante la instrucción del caso que se ha reproducido como prueba preconstituida para evitar que reviva recuerdos traumáticos, así como a cuatro testigos: los camioneros que se encontraron a la víctima y dos amigos que estuvieron con ella en la discoteca.
La brutal violación, que dejó graves heridas a la menor por las que tuvo que permanecer hospitalizada casi un año, ocurrió la madrugada del 1 de noviembre de 2021 cuando la joven regresaba sola a casa tras pasar la noche de fiesta con una amiga en la discoteca Epic de Igualada (Barcelona).