El aceite de orujo de oliva suele ser conocido por su utilización en fritura. Ahora, un estudio llevado a cabo por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición del CSIC ha probado también su potencial en repostería mediante la formulación de margarinas.
El estudio abre así el camino al aceite de orujo de oliva como sustituto de grasas saturadas empleadas habitualmente en la elaboración de distintos productos de repostería. Con propiedades sensoriales muy similares, y con un mayor aporte nutricional.
Los resultados de la investigación refuerzan un estudio previo del Instituto de la Grasa que ya demostró su aplicabilidad en otros productos horneados como las tortas y las magdalenas.
Un aceite, el de orujo de oliva, cuyo potencial está aún por exprimir.