En el marco de la estrategia del llamado Proceso para la transición hacia su salida del poder, el nuevo presidente de facto, general Reynaldo Bignone, tiende puentes hacia la sociedad civil. Para ello, conforma un gabinete íntegramente conformado por civiles, a excepción del ministerio del Interior (que recayó en el general Llamil Reston). En este registro, puede verse a Bignone haciendo un encendido elogio de Julio César Gancedo, un civil que fuera confirmado al frente de la Secretaría de Cultura, en el ámbito de un encuentro con personalidades del quehacer artístico e intelectual. Puede verse a Bignone saludando a la actriz Luisa Vehil, y destacando ante periodistas la importancia de la cultura para la integración latinoamericana.