En Carousel el público se encuentra en medio de un robo a un banco protagonizado por un grupo de payasos. Los actores no se mueven, no se escuchan explosiones y mucho menos disparos. El espectador simplemente deambula por el medio de la escena detenida a través de una especie de cámara subjetiva. Entre otras cosas, pueden observarse baladas ya gatilladas detenidas, explosiones a medio estallar y policías estáticos persiguiendo criminales.