Pamela Mackey es una de las despedidas del Instituto Nacional de Promoción de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena. “El cierre del INAPCI dejó 900 personas sin trabajo y desatendidas a 250 mil familias que trabajan la tierra a lo largo y ancho del país y que recibían capacitación técnica y apoyo financiero. No sólo los programas nacionales, sino también proyectos de líneas internacionales quedaron discontinuados. Como nos despidieron de un día para el otro, incluso quedaron rendiciones de fondos sin terminar”.