A 25 kilómetros de la frontera y, por tanto, de poder ser detenido, Carles Puigdemont se ha reafirmado en su intención de regresar a Cataluña coincidiendo con el pleno de investidura que se celebre para escoger a Salvador Illa presidente de la Generalitat, si acaba prosperando el pacto entre el PSC y ERC.
El líder de Junts ha mantenido la promesa lanzada durante la campaña de las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, pese a que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, haya declarado no amnistiado el delito de malversación que se le atribuye y de que, en consecuencia, se mantenga activa la orden de arresto en territorio nacional que pesa sobre él y pueda ser encarcelado casi siete años después de fugarse al extranjero huyendo de la Justicia española tras organizar el referéndum ilegal del 1-O.