La diputada de La Libertad Avanza Rocío Bonacci continúo alimentando las internas que abrió en el bloque oficialista la visita de los seis diputados al genocida Alfredo Astiz en el Penal de Ezeiza. "Aparantemente, tenía el ok de Martín Menem y de Casa Rosada", soltó en una entrevista televisiva y volvió a responsabilizar al presidente de la Cámara de Diputados y funcionarios que comparte el mismo grupo de Whatsapp por donde llegó la invitación de Beltrán Benedit; el negacionista y organizador de la visita.
"Mi mayor error fue confiar en un colega de turno", dijo Bonacci en la entrevista al intentar nuevamente despegarse de la visita, como hizo poco después de que se hiciera pública; a pesar de que Bonacci aterrizó en La Libertad Avanza referenciada en la vicepresidenta Victoria Villaruel, quien reivindica públicamente sus visitas a represores.
Haber sido parte del grupo de seis diputados que visitó a Astiz dejó una marca en Bonacci y en el resto de sus colegas que enfrentan pedidos de expulsión en la Cámara baja, mientras que Menem se mantiene en silencio y busca que el tema pase por alto argumentando que se trató de "decisiones personales", argumento que replicó el presidente Javier Milei.
Por eso, la decisión de Bonacci de volver a poner en el centro de la escena a Menem y la Casa Rosada no parece casualidad. "Pensé que esa visita estaba ok. Todo lo que se pone en el grupo (de Whatsapp) que compartimos de legisladores es oficial, todas las invitaciones son oficiales", dijo la diputada en la entrevista televisiva.
Crédito: SOMOS.