La exvicepresidenta afirmó que tras el intento de asesinato del que fue víctima, toda su "familia fue afectada".
Según enumeró, se mudó de su casa "a un barrio un poco más amigable que Recoleta", implentó una serie de "cuidados que hay que tener y que antes no tenía", como más "seguridad".
También resaltó que sus hijos y su nieta resultaron afectados por lo ocurrido: "Mi nieta tenía miedo de salir de su cuarto y de que la mataran. Una familia que sufre esto tiene consecuencias"