Tiene el tal Albares motivos de sobra para estar contento; al fin y al cabo ha llegado a ministro de Exteriores. Pero luce el paisano una cara de estreñido que no puede con ella.
Y este martes, compareció con ella, forzado por la oposición, para dar explicaciones sobre la actitud de Gobierno Sánchez con Venezuela.
Una actitud plagada de indignidad, sombras, silencios y complicidades con el chavista Maduro.
Las torpes palabras de Albares solo han servido para constatar que el amo del PSOE y todos sus secuaces avalan el pucherazo electoral y se alinean con Zapatero, Monedero y otros sinvergüenzas.