El acceso a los hijos de los talibanes es poco frecuente, y este documental captura momentos increíbles de los niños charlando, jugando y abriéndose ante la cámara. Los acontecimientos del año pasado han hecho que los cuatro niños hayan tenido que crecer muy rápido, y aunque este documental muestra lo diferentes que son sus vidas, también descubrimos que los niños y las niñas tienen muchas cosas en común. A través de sus ojos obtenemos una visión extraordinaria del corazón y el alma de Afganistán y una comprensión de los desafíos que depara el futuro no solo para los niños de esta película, sino para el país.