A falta de saber lo que las cosas son, parece que haya que conformarse con que nos digan lo que las cosas no son, o no les parece que sean. Venezuela no es una dictadura, o así evitó llamarla Albares, que tampoco dijo que fuera una democracia. Lo de Cataluña no es un concierto. Borrell -y otra mucha gente dice- que sí lo es. El Gobierno dice que no, sin explicar exactamente qué es. El PP dice que no al Gobierno. Y que no a Illa. Y dice que no al acuerdo fiscal en Cataluña, pero no dice cuál su propuesta conjunta para la financiación. El PP, como Vox y Junts, dijo que no a la reforma de la ley de extranjería, y pide soluciones. Pero dice que no habrá acuerdo en política migratoria. Lo que ha dicho el PP es que, en este asunto, lo que vale es el tuit de García Albiol.
De manera que Albiol escribe lo que Gamarra no dice. No dice, pero sí suscribe: eso de que a los migrantes que llevan a tierra ya se sabe a lo que se van a dedicar. Si eso dice Gamarra, eso dice el PP, según aclaró el portavoz del partido, Borja Sémper, aunque, ahora, la portavoz del Gobierno de Andalucía, del PP, dice que no al tuit de Albiol.
Hay algunos noes con los que puedes esquivar preguntas o guardar distancias. Pero son difíciles de sostener si tu partido ya ha hecho afirmaciones de las que, por vueltas que se den, ya no es posible volver.