Para mantener el microondas limpio y en buen estado, es fundamental limpiarlo con regularidad.
La limpieza es sencilla y puede realizarse con productos básicos como limón, vinagre, detergente neutro, paños de microfibra y esponjas suaves.
Para limpiar el interior, mezcla una taza de agua con el zumo de medio limón o dos cucharadas de vinagre en un recipiente y caliéntalo durante 5 minutos en el microondas.
El vapor ayudará a aflojar la suciedad. A continuación, limpia las paredes interiores con un paño húmedo con detergente neutro y seca con un paño seco o una toalla de papel.
Para el exterior, limpia con un paño húmedo con detergente neutro, incluido el salpicadero, pero sin empapar.
Evita utilizar esponjas de acero, cepillos o productos químicos fuertes como lejía y limpiadores de horno, ya que pueden dañar el microondas y contaminar los alimentos.
Limpia el microondas rápidamente después de cada uso y más a fondo cada semana para evitar la acumulación de suciedad y malos olores.