El parlamentario Juan Guaidó ha dado pasos concretos que pretenden restablecer una alianza con la Administración para el Control de Drogas, la célebre DEA de Estados Unidos. ¿Qué implicaciones pueden deducirse de tal propósito? Miguel Ángel Pérez Pirela analiza toda la trastienda de lo que no es más que un vil negocio destinado a proveer fabulosas ganancias a los involucrados, a chantajear y derrocar gobiernos legítimos en toda la región latinoamericana.

Pérez Pirela se remontó al año 2014, cuando dijo: “Se iniciaron numerosas investigaciones sobre el uso de datos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para espiar virtualmente a estadounidenses y extranjeros”. ¿Por qué?, se preguntó. “Porque el método de operación de la DEA, del gobierno colombiano y de los EE.UU. son los falsos positivos. Es sembrar casos de narcotráfico para ensuciar batallas políticas (…). Porque la especialización de la DEA (también de la OEA) es crear falsos positivos, es sembrar drogas para decir: ‘O te arrodillas ante mí, presidente de un gobierno equis latinoamericano o te acuso de narcotráfico'”.

Así, remarcó, se construyó todo el dossier que se le hizo al Gobierno Bolivariano y algún momento también al cubano, al de Evo Morales, consistente en decir: “Ustedes son narcotraficantes. O hacen lo que yo diga y establecen una gobierno neoliberal o los vamos a perseguir por narcotraficantes”.

El experto llamó a recordar que, en 2012, agentes de la DEA que actuaban en un operativo antidrogas en Honduras, mataron a cuatro personas inocentes que se encontraban en una embarcación, entre ellas, dos mujeres y un adolescente de 14 años. “¿Ellos son los que nos van a cuidar, según la comisión que creó Guaidó con Smolansky, Paparoni y Simonovis? Por eso es que en el contrato que Guaidó firmó y ahora dice que no firmó, está escrito, negro sobre blanco, ¿saben qué?, que no hay jurisdicción, que Venezuela pierde su jurisdicción, es decir, que no tiene posibilidad de perseguir jurídicamente, de levantar ningún procedimiento contra esas personas”.

Es lo mismo, dijo, que ocurrió en Colombia cuando agentes de la DEA violaron a unas 25 niñas y nadie en ese país, ni en ningún otro, pudo llevarlos a los tribunales.

“En 2011 salió a la luz que agentes de la DEA traficaron o lavaron millones por la venta de drogas para cárteles mexicanos. En 2010, ya el exdirector de la Oficina Nacional para el Control de Drogas estadounidense declaraba que la guerra contra las drogas, desde una perspectiva amplia, no había tenido éxito”.

Para los Estados Unidos, aseguró el analista, las drogas son un doble negocio. “El primero por ser el país que más consume drogas en la Tierra. Y no tienen ninguna intención de acabar con esa realidad, ninguna, olvídense de eso. Porque es un negocio demasiado rentable”.

Pero, añadió, hay otro segundo negocio todavía más determinante, y es que la droga le permite a los EE.UU. “chantajear, doblegar, amenazar a gobiernos progresistas, revolucionarios, de izquierda, populares (…) para que transen y se sometan a los designios de Washington. So pena, si no lo hacen, de ser acusados de narcotraficantes, como están haciendo con Venezuela, y amenazar con invadirlos para ‘acabar con el flagelo de la droga'”.

En lo que toca a Venezuela y el momento actual, lo más resaltante, concluyó Pérez Pirela, es que “resulta que la invasión fue pagada con negocios de la droga”.


Instagram: https://www.instagram.com/laiguanatv/?hl=es-la
Facebook: https://www.facebook.com/iguana.tv/
Twitter: https://twitter.com/teleiguana