El embarazo provoca muchos cambios físicos y psicológicos en las mujeres embarazadas, ya que el feto evoluciona desde una célula hasta convertirse en un bebé completamente formado.

Durante el primer mes, el cuerpo de la embarazada empieza a producir hormonas intensamente, lo que provoca síntomas como somnolencia, náuseas y cambios en el apetito.

El feto, inicialmente un blastocisto, se desarrolla y al final del tercer mes mide unos 10 centímetros, con brazos, piernas y órganos formados.

Del cuarto al sexto mes, el vientre crece, aumenta el apetito y la madre puede empezar a sentir los movimientos del bebé, que reacciona a los sonidos y las luces.

Los órganos del feto están casi completamente formados y el latido del corazón puede oírse con un ‘doppler’.

En los últimos meses, el bebé aumenta rápidamente de peso y sus pulmones maduran. Las molestias para la madre crecen y comienza la cuenta atrás para el parto.

A partir de la semana 37, el bebé está listo para nacer.