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El ingreso de los trabajadores ha sido la principal víctima de la crisis económica nacional. En eso hay un acuerdo generalizado. Pero sobre cómo enfrentar ese grave problema hay posiciones muy opuestas, incluso dentro del ámbito revolucionario.
En el programa Desde donde sea, del filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela, se hizo una visión panorámica de este tema tan candente, para que cada quien se forme su propia opinión.
El programa presentó –y en buena medida puso a debatir- los puntos de vista de tres de los economistas más prominentes que han venido fijando posición sobre el tema. Por un lado, dos impulsores de la tesis de la indexación salarial, Pasqualina Curcio y Tony Boza; y por el otro, el defensor de la política que ha mantenido en vigor el Gobierno, Jesús Faría. Como un gran cable a tierra, también ofreció a la audiencia los puntos de vista de gente del pueblo, entrevistada en la calle y reportajes sobre la cotidianidad económica de la población, como la dolarización y sus peculiaridades.
También en este tema marcó pauta el trabajo del agudo caricaturista Iván Lira. En este Iguanazo, un típico Tío Sam (hombre blanco malencarado, que lleva ropajes y sombrero de copa con los colores de la bandera de Estados Unidos), está asfixiando con la rodilla en el cuello a una mujer criolla y le pregunta: “¿Todavía respiras, Venezuela?”. La mujer tiene el puño levantado y exclama: “¡No al bloqueo!”.
Curcio: teoría y números
El foco inicial estuvo en la posición sostenida por la economista y profesora Pasqualina Curcio, tanto en sus artículos en la prensa, como durante una entrevista concedida al espacio de LaIguana.TV Cara a cara, con el periodista Clodovaldo Hernández. Ella asegura que la propuesta de indexación salarial está siendo realizada con base en la teoría y en los números oficiales.
Curcio explica en un artículo publicado el mismo día de emisión del programa (6 de julio) que “la indexación no es otra cosa sino lo contrapuesto a la reconversión” y dice que lo que se busca, y por eso siempre debe hablarse de la indexación de la economía y no a la indexación solo de los salarios. “Indexación es que cada vez que el imperialismo ataque nuestro bolívar y nos cambie la escala de medición del dinero, multiplicándola por un bojote de ceros a la derecha, esta nueva escala/denominación aplique para todas las mercancías incluyendo la fuerza de trabajo, así como el presupuesto público”.
Puso al aire una parte de la referida entrevista a Curcio en la que expresa: “Nosotros, quienes estamos proponiendo la indexación salarial lo estamos haciendo desde la teoría y desde los números oficiales. Y no hablo solo de las teorías marxistas, pues con las propias teorías neoclásicas y sus contradicciones, desmontamos el discurso de la necesidad de la producción y de disminuir la cantidad de dinero. Juntamos ambas cosas (teoría y números) para llegar a un diagnóstico. Si no reconoces que la causa (de la caída del salario) es la manipulación del bolívar, si te vas por otra vía y dices que lo que hay que hacer es producir más, estás desestimando la verdadera causa del problema y, por lo tanto, las políticas no necesariamente van a dar el resultado que se espera”.
Se pronunció por lleva a cabo “un debate de altura, respetuoso, con argumentos, con números, con teorías, con papeles sobre la mesa… No es un debate netamente académico, sino que tiene implicaciones en toda la población”.
Pérez Pirela se mostró de acuerdo en el sentido de que al hablar de economía no sirven los elementos conservadores ni alejados de la cotidianidad de las personas.
Muy activa en esta discusión, Curcio ha dado una explicación sobre el ataque a la moneda. “Cuando el imperialismo ataca nuestro bolívar lo que realmente está haciendo es imponer desde fuera una nueva escala de medición y expresión monetaria/denominación del dinero. Si de la noche a la mañana, como efectivamente ocurre, en los portales web aparece que hoy un bolívar equivale a un dólar y mañana es un millón de bolívares por dólar, están multiplicando por un millón la escala del valor del bolívar, no porque haya cambiado dicho valor sino por una convención premeditada y criminalmente impuesta. Tampoco cambió el valor de las mercancías, sino que éstas se expresan ahora en una escala de medición del dinero multiplicada por un millón”.
La economista ha dado un ejemplo: “Si el kilogramo de arroz tenía un precio de 1 bolívar, de la noche a la m