La demanda de repelente se dispara tras la crisis del año pasado, generando tensiones entre el gobierno y S.C. Johnson, principal fabricante. Investigaciones del CONICET revelan que los mosquitos Aedes aegypti han desarrollado resistencia a los insecticidas, complicando la lucha contra el dengue. Aunque los repelentes siguen siendo efectivos, las autoridades deben intensificar las campañas de fumigación para controlar el brote.