Las bombillas inteligentes, controladas por voz o dispositivos móviles, son algo más que una forma de automatizar la iluminación del hogar.
También pueden influir positivamente en el estado de ánimo ajustando el color y la intensidad de la luz en función de las necesidades del entorno.
Aunque nunca pueden sustituir la ayuda profesional, estas lámparas ofrecen una forma de mejorar el bienestar.
Estos dispositivos simulan la luz natural, que es importante para regular el reloj corporal y mejorar el estado de ánimo, sobre todo en entornos con poca luz natural.
Las luces blancas son adecuadas para tareas que requieren concentración, mientras que las amarillas favorecen la relajación y el confort.
Para calcular la intensidad luminosa ideal, multiplica la superficie de la habitación por los lux recomendados. Así sabrás cuántas bombillas necesitas.
Pero recuerda que la luz natural es siempre la mejor opción, porque además de ahorrar energía, tiene beneficios para la salud mental y física.