Los servicios de inteligencia de EE.UU han hecho saltar las alarmas sobre la injerencia rusa en las próximas elecciones: estaría preparando para incitar a la violencia y a las protestas por los resultados. 

 La Oficina del director de Inteligencia Nacional, el FBI y la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructuras lanzaron advertencias sobre actores extranjeros que pretenden socavar la democracia estadounidense. 
Nuevos datos de inteligencia muestran que Rusia se está preparando para avivar el fuego de los disturbios postelectorales, especialmente si Kamala Harris derrota a Donald Trump. 

El informe destaca el potencial de Rusia para fomentar la violencia y sembrar la discordia en un clima político ya tenso. 
Irán y China también se dedican a difundir desinformación, pero las acciones de Rusia parecen ser las más agresivas. 

Las autoridades revelaron que Rusia ya ha fabricado y difundido un vídeo escenificado en el que se acusa al gobernador de Minnesota, Tim Walz, candidato demócrata a la vicepresidencia, de conducta sexual inapropiada. 

 Aunque las agencias de inteligencia creen improbable que se produzcan interferencias directas en los sistemas de votación, prevén alteraciones significativas el día de las elecciones. 
 Rusia, junto con Irán y China, puede intentar explotar el proceso de certificación postelectoral para amplificar el caos, presentando la democracia estadounidense como inestable y poco fiable. 

 En 2020, Irán creó un sitio web llamado "Enemigos del Pueblo", que amenazaba de muerte a los funcionarios electorales, lo que indica el tipo de tácticas que podrían emplear de nuevo este año los actores extranjeros. 
 Se espera que el período postelectoral sea especialmente tenso, con actores maliciosos que podrían atacar las oficinas electorales locales mediante ataques cibernéticos. 

Las agencias de inteligencia estadounidenses creen que Rusia ha tratado de apoyar la reelección de Trump, mientras que Irán ha mostrado su preferencia por Harris. 
China, por su parte, ha centrado sus operaciones de influencia en las contiendas estatales y locales sin adoptar una postura clara en la contienda presidencial. 

Los funcionarios subrayan que el verdadero peligro radica en que las potencias extranjeras amplifiquen las tensiones internas, provocando posibles disturbios y violencia.