Continúan las labores de remoción de escombros en el hotel Dubrovnik, donde aún se desconoce el número exacto de desaparecidos. La investigación judicial avanza con la detención de un quinto implicado, encargado de la obra del ascensor, y la aparición del nuevo dueño del hotel, un empresario español. Las autoridades intensifican las operaciones mientras surgen interrogantes sobre órdenes previas y la calidad de los materiales utilizados en las reformas.