Un diluvio sin precedentes ha azotado Valencia y sus alrededores, causando la muerte de al menos 217 personas y dejando a más de 2,000 desaparecidas. La situación crítica ha generado tensiones entre la Generalidad Valenciana y el Gobierno Nacional por la tardanza en declarar el estado de emergencia. A pesar del ofrecimiento de ayuda internacional, como los cascos blancos argentinos, las respuestas han sido lentas. La visita del Rey Felipe, la Reina Letizia y el Presidente Pedro Sánchez a la zona cero fue interrumpida por protestas debido al descontento popular. Las lluvias continúan complicando las labores de rescate en áreas como el Centro Comercial Bonaire, donde se teme que haya más víctimas atrapadas.