Eran miles y estaban felices al comienzo de la noche, pero la alegría se ha ido tornando en caras de estupor conforme avanzaba el recuento. La sede del equipo de Kamala Harris, en la Universidad Howard de Washington ha comenzado a vaciarse, con muchos de los allí presentes abandonando las instalaciones. Son horas de nervios y mucha inquietud a la espera de lo que pase en los estados de Wisconsin, Michigan o Pensilvania. Pero todo indica que Donald Trump será el próximo inquilino de la Casa Blanca.