Una hora antes de que los jueces de la Cámara de Casación comenzaran a leer el fallo con el que confirmaron la condena contra Cristina Kirchner, en la puerta de los tribunales hubo una clase pública sobre Lawfare. La dio Juan Grabois, acompañado por el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena. Algunos de sus temas: cómo la condena a la ex presidenta fue dictada sin pruebas -en base a “indicios”, según reconoció el propio tribunal oral-; cómo el calendario de la justicia siguió el calendario electoral; cómo el lawfare, en tanto mecanismo de utilización del Poder Judicial, reemplazó a los golpes de estado; cómo detrás del objetivo de destruir liderazgos políticos hay un programa, el de enriquecer a las elites, que no es posible sin el empobrecimiento de las mayorías. “Estamos viendo -planteó Grabois-, la degradación del Estado Social de Derecho, que no es un asunto que afecte sólo a un dirigente que puede verse sometido a una extorsión. La degradación tiene algo muy perverso, porque todo se naturaliza. ¿Por qué no es solamente un problema para Cristina? Porque visto desde abajo, esa degradación ligada al lawfare es ver cómo desfinancian las universidades y la justicia no hace nada. El lawfare es que Pettovello le robe los alimentos a los niños y aunque tengamos tres fallos a favor, los jueces no hagan cumplir con la fuerza pública su propia sentencia. La degradación del Estado Social de Derecho es que le roben el 30 por ciento de los haberes jubilatorios a nuestros abuelos y los jueces no sean capaces de frenarlo”. En resumen, que la condena a la ex presidenta es la condena a las políticas que impulsó.