Se incendia el Castillo de Windsor. Las llamas devoran gran parte del castillo erigido en el siglo XI. La presión de la prensa para que sea la reina Isabel II quien pague los costos de refacción hace que la monarca lo convierta en atractivo turístico con entrada paga, para así financiar los arreglos. El incendio (ocurrido el día que cumple 45 años de casada), sumado a los divorcios de tres de los cuatro hijos de Isabel, hacen que el año del 40º aniversario de su acceso al trono sea definido por ella como “annus horribilis”.