En una conversación de 30 minutos, el canciller Olaf Scholz advirtió al presidente chino Xi Jinping contra una escalada de la guerra en Ucrania. También lanzó una advertencia contra el suministro de armas a Rusia.

«Advirtió contra una escalada debido al despliegue de tropas norcoreanas. (...) El canciller federal [también] explicó lo aleccionadora que había sido la conversación con Putin», dijo un portavoz del gobierno el martes al margen de la cumbre del G20 en Río de Janeiro, refiriéndose a la conversación telefónica de Scholz con el presidente ruso Vladimir Putin.

En una entrevista tras la cumbre del G20, Scholz subrayó que había dejado claro «que ni aceptamos ni queremos aceptar entregas de armas de China». 

Otros países occidentales, como Estados Unidos, Francia y Reino Unido, también plantearían la cuestión en sus conversaciones con China. «Es crucial encontrar palabras claras y abordar abiertamente las cuestiones importantes», afirmó la canciller.

También se abordaron el conflicto de Oriente Próximo y las relaciones económicas entre ambos países. Xi subrayó que China estaba dispuesta a intensificar la cooperación con Alemania.

Ayer, Ucrania atacó por primera vez territorio ruso con misiles de largo alcance suministrados por EEUU. Al mismo tiempo, Moscú amenazó indirectamente con utilizar armas nucleares. 

A la luz de estas recientes escaladas, China hace ahora un llamamiento a todas las partes para que mantengan la «calma» y actúen con «moderación».

«En las circunstancias actuales, todas las partes deben mantener la calma y actuar con moderación para evitar tensiones y riesgos estratégicos mediante el diálogo y las consultas», declaró Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino. 

China seguirá desempeñando un «papel constructivo» e instará a todas las partes a «desescalar la situación y comprometerse con una solución política a la crisis de Ucrania».

China subraya que adopta una postura neutral en el conflicto ucraniano. Sin embargo, el país mantiene estrechas relaciones con Rusia, lo que ha sido criticado en Occidente. 

El gobierno alemán sospecha que China está apoyando a Rusia en la producción de aviones no tripulados que podrían utilizarse para ataques en territorio ucraniano. 

Según diplomáticos, este proyecto sería llevado a cabo conjuntamente por Rusia, China e Irán. China ha rechazado hasta ahora estas acusaciones.