A 48 horas del fallo que suspendió la intervención de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa), el gobierno lanzó ayer una nueva operación de prensa para intentar desprestigiar a la institución. Por medio del vocero Manuel Adorni y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, informó que se había allanado un edificio de la UNMa en el que funcionaba “un boliche clandestino” y un “búnker político”. La rectora Cristina Caamaño y el consejo superior de la Universidad aclararon de inmediato que el inmueble en cuestión “nunca dejó de estar en la órbita del Ministerio de Justicia y no es utilizado por nuestra Comunidad Académica desde el año 2019”, e instó al Poder Ejecutivo a “cesar en sus ataques y transferir los recursos presupuestarios que corresponden, conforme lo dispuso la Justicia en la semana en curso”. El exsecretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, detalló por su parte los usos que se le dieron al edificio en cuestión durante la administración del Frente de Todos y enmarcó la fake news libertaria en la decisión, ejecutada la semana pasada, de cerrar el Centro de Integración para Personas Migrantes y Refugiadas que funcionaba allí desde 2021.