Donald Trump planea expulsar a todas las personas transexuales del ejército estadounidense mediante una orden ejecutiva, según los informes.
La medida, prevista para los primeros meses de su gobierno, supondría el despido de miles de militares en medio de la actual crisis de reclutamiento.
Esta política se hace eco de la anterior prohibición de Trump sobre el alistamiento de transexuales durante su primer mandato, que posteriormente fue revocada por Joe Biden.
Según la nueva orden, no solo se prohibirá a los transexuales alistarse, sino que también se despedirá a los que ya estén en servicio.
Los críticos advierten que esto podría debilitar la preparación militar y exacerbar los problemas de reclutamiento, ya que las fuerzas armadas luchan por cubrir 41.000 vacantes.
Rachel Branaman, de la Modern Military Association of America, declaró que la prohibición perjudicaría la cohesión de las unidades, agravaría las carencias de personal cualificado y acarrearía importantes costes financieros.
Paulo Batista, analista transgénero de la Marina, destacó el daño a largo plazo para el liderazgo y la experiencia, afirmando: «Estos puestos podrían tardar años en cubrirse».
El número exacto de miembros transgénero del servicio sigue sin estar claro, pero se calcula que podrían verse afectados unos 15.000 efectivos.
Los críticos argumentan que la prohibición socava la seguridad nacional al priorizar la discriminación sobre la capacidad.
El equipo de Trump y su propuesto secretario de Defensa, Pete Hegseth, declinaron hacer comentarios sobre la política denunciada.
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