Los consumidores de cigarrillos electrónicos pueden tener hasta seis veces más nicotina en la sangre que los fumadores de cigarrillos convencionales.

El estudio del Instituto del Corazón (InCor) del Hospital das Clínicas analizó a jóvenes del estado de São Paulo y reveló resultados alarmantes.

A pesar de la prohibición en algunos países, la comercialización de vapes y pods sigue siendo accesible en varias ciudades.

La investigación demostró que los cigarrillos electrónicos son altamente adictivos a corto plazo, lo que provoca graves problemas pulmonares en los jóvenes.

Además de nicotina, los usuarios inhalan metales pesados, partículas ultrafinas y otras sustancias tóxicas, lo que agrava los riesgos para la salud.

Tres de cada diez consumidores declaran problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, asociados a la adicción.

Según otro reportaje, un adicto al cigarrillo electrónico de 22 años tenía niveles de nicotina equivalentes a 80 cigarrillos al día.

El consumo frecuente de cigarrillos electrónicos también está relacionado con altos índices de síntomas respiratorios, incluido el asma.